Moises el Litriano y Patricia. La Colonizacion Avanza
nacristina570.substack.com
En el Capítulo anterior Moisés al asistir a un concierto con Paty y un grupo de amigos, tuvo un contacto con el líder de los exploradores Litrianos.
Este le revelo su origen y el propósito de la colonización.
Paty, después de terminar el concierto, tuvo un contacto directo con el Litriano explorador mutado en Moisés y fue contagiada por un virus.
Este virus, se trataba de la mutación de uno que había sido erradicado hace cientos de años en el Nuevo Planeta y …
A media mañana, después que Moisés salió de la sala de cuidados intensivos donde se encontraba Paty, se dirigió al laboratorio donde lo esperaban para su evaluación.
Pero, cuando la enfermera llenaba su historia clínica, Moisés, por costumbre dio el nombre de Mary como el de su madre, luego los de sus abuelos. Ante la confusión del joven, la enfermera visiblemente sorprendida, preguntó.
- ¿se siente usted bien? repito, ¿quiénes son sus padres?
- Disculpe - respondió Moisés - es la costumbre… a mis padres los llamo abuelos y a mi hermana mamá.
-Descuide no hay problema - respondió la enfermera.
- Mis padres son Martha y José Vegas
Mientras seguía respondiendo a las preguntas en forma casi automática, Moisés reparo en que nunca se había detenido en pensar por qué siempre tuvo como madre a Mary, aun cuando en sus registros aparecen Martha y José como sus padres, sin embargo, èl, y todos sus amigos cercanos los ven como sus abuelos.
Por un momento su mente voló a esos años cuando era un niño y se dio cuenta que la persona más cercana a él, siempre fue mamá Mary. Ella le dedico su vida, inclusive no se había casado, en eso estaba pensando cuando sintió el pinchazo en su piel al tomarle la muestra de sangre.
Minutos después de salir del laboratorio lo llamo el medico a su consultorio. En su gesto se podía notar preocupación.
-Hola Moisés, ya tenemos los resultados de sus exámenes. En su organismo está presente el virus que porta Paty, pero en usted está inactivo, no le produce enfermedad ni lo transmites. Pero en este momento voy a tratar el caso de Paty, pues, tiene a todo el equipo epidemiológico del hospital sorprendido, pues ella está siendo atacada por un virus que había sido erradicado hace cientos de años.
Este virus ataca la piel y es muy contagioso, por eso está aislada. Su mamá, aunque no ha presentado síntomas, también está en observación por medidas de precaución, pues estuvo en contacto con ella.
-Lo particular del virus , es que, aunque coinciden con los efectos del virus erradicado, la morfología de ambos es diferentes. Parece una nueva cepa hasta hoy desconocida.
-Sin embargo, le estamos aplicando el tratamiento que conocemos y esperamos que su sistema inmunológico responda al tratamiento.
-Cuando le hice la entrevista a la madre de la joven le pregunté donde había estado Paty durante las últimas veinticuatro horas y me respondió que había salido con usted y otros amigos a un concierto. Esto podría tornarse grave, pero. por el momento, no vamos a disparar las alarmas.
Iniciaremos el despistaje del virus haciendo pruebas de laboratorio a sus amigos, pero hay que ubicarlos de inmediato,
Moisés, aunque atento a lo que decía el médico, estaba cabizbajo. Le preocupaba la situación, pues relacionaba el virus, con el Litriano del bosque, la conversación que tuvieron horas después y con todo lo que se había enterado hace apenas pocas horas antes, pero recordó que debía mantener el secreto y solo respondió.
Sí, ayer estuvimos reunidos con unos amigos en el bosque “El gigante Verde”, Paty, tres amigos más y yo. Allí presentaban un concierto donde asistieron más de mil personas.
-. De acuerdo ¿llevaron algún refrigerio: ¿comidas, bebidas?
-Algo de alcohol, no llevamos comidas –respondió Moisés-
- ¿Conservas los envases de las bebidas? -pregunto el médico.
- Si
- Perfecto, debemos examinarlos. ¿los conservas?
- Si, puedo ir a buscarlos.
- Perfecto, usted al igual que la madre de Paty no tiene síntomas, pero debes permanecer en observación por veinticuatro horas al menos. Ah, por favor, dame los datos para localizar a tus amigos, a ellos también hay que hacerle pruebas.
Moisés estaba aturdido y pensaba … ¿y si todo esto se torna más grave de lo que creo por no avisar al médico de mi encuentro con los visitantes del espacio ?, ¿Qué hago? …después de meditar por unos minutos, decidió callar.
Luego de darle las llaves del auto a un empleado del hospital, y los nombres, direcciones y números telefónicos de sus amigos al médico, lo condujeron a una habitación. Seguidamente llamo a mamá Mary para explicarle lo que estaba pasando y para que le trajera ropa adecuada para cambiarse.
Moisés fue trsaladado a una habitaciòn donde permaneceria en observaciòn,cuando, sorpresivamente se materializo el Litriano con quien había conversado en el bosque la tarde y la noche de ayer. De inmediato le pregunto.
- ¿Sabes lo que está pasando con Paty? ¿tienes algo que ver con el virus?
- Si Moisés, no tuve tiempo de decirte ayer, que tuve un encuentro fortuito y directo con la joven antes de salir del bosque. Ella me confundió contigo, pues había mutado en ti para acercarme al grupo de tus amigos. Por eso se contagió con un virus que los Litrianos portamos, pero no nos afecta, pero ella , evidentemente no es Litriana, pues se contagiò.
-No te preocupes, traje el anticuerpo y lo voy a solucionar, todo va a estar bien - seguidamente, se desmaterializó.
Después de dejar a Moisés, el Litriano se desmaterializo y se dirigió a la habitación donde estaba Paty.. Se acercó a la chica que estaba tan débil que apenas emitió un débil quejido cuando el visitante le inoculo el anticuerpo.
La enfermera, que estaba sentada al lado de Paty, dormitaba en ese momento, pero atenta. Al oír su quejido, inmediatamente abrió los ojos y se acercó a ella, pero como vio que aun dormía, se volvió a sentar.
Después de inocular a Paty y su madre, el Litriano fue a las habitaciones donde estaban los amigos de Moisés que ya habían sido internados para ser observados e igualmente les inoculo el anticuerpo.
Las horas pasaron, ya estaba oscureciendo cuando Moisés, que se había quedado dormido por unos minutos, al abrir los ojos vio a mamá Mary a su lado, que suavemente apartaba sus cabellos de la frente en una caricia. Al ver que Moises abría los ojos, le pregunto en voz baja.
- ¿Qué paso tremendo?, ¿en qué problema te metiste? - susurro, mientras acercaba su cara.
Moisés se despertó completamente, y en ese momento se percató que todo el cuerpo de mamá Mary estaba envuelto en una suave luz blanca que intensificaba la dulzura de su rostro, no lo había notado antes.
Sin proponérselo, vinieron a su mente como en una película, todos los momentos vividos a su lado desde que era un niño, las veces que le leía su cuento preferido” El Pirata pata de palo” una, dos o más veces hasta que él se quedaba dormido, y tambien, cuando el insistía en usar su pijama favorita.
En ese momento, y como en un chispazo acudieron a su memoria eventos que habían quedado sepultados en el ayer, y alli, entre esos recuerdos estaban las veces en que él, se trasladaba hasta donde ella estuviera, sin importar lo lejos que estuviera.
Hasta ahora no se había puesto a pensar en eso, fue algo tan natural y fácil. El solo cerraba los ojos y se concentraba en lo mucho que quería estar con ella, y como por acto de magia, al abrirlos estaba a su lado.
De inmediato tomo conciencia del momento, del lugar, y después de saludar a mamá Mary le pregunto.
- ¿sabes como estàn Paty y mis amigos?
- -Si, ya paso el peligro, en realidad el medico no tiene respuestas. Las heridas de Paty están sanando; y su mamá y tus amigos no fueron contagiados. Hicieron todas las pruebas que se les ocurrió y no encontraron nada. El virus apareció y despareció como por arte de magia, solo fue un susto, cuando se cumplan las veinticuatro horas todos pueden regresar a casa.
Después de transcurridas las veinticuatro horas Moisés, Paty y sus amigos fueron dados de alta en el hospital y regresaron a sus rutinas. Mientras, en casa de Moisés los abuelos se estaban preparando, pues al fin iban a conocer a Paty. La familia se reuniría.
La tía Amelia estaba invitada, la mesa para el almuerzo familiar estaba servida y los invitados fueron llegando.
Cuando Paty y su madre tocaron la puerta, Violeta los atendió y la familia, dentro de la casa, al oír voces desconocidas de mujer, se imaginaron que una de ellas era la de Paty. De inmediato los abuelos salieron de su habitación sin disimular la emoción, y esperaron pacientemente hasta que Moisés hizo las presentaciones.
Mientras esperaban a Moisés. Paty y su madre le comentaban a la familia, el susto que habían pasado por ese virus tan extraño que la había atacado, y el riesgo en que estuvo. También compartió con ellos sobre la dedicación de Moisés durante su recuperación, y que esto la unió más a él.
Durante el tiempo en que Paty contaba lo sucedido, Moisés llego y se integró al grupo que conversaba animadamente y, desde donde estaba sentado, miró a su tía Amelia, que, sin disimular su molestia permanecía alejada del grupo en torno a Paty, pero observándolos.
Hubo un momento, en el que Moisés, al volver el rostro hacia Amelia, se detuvo por unos segundos, la miro directamente a los ojos y se concentró en ella. Para su sorpresa, pudo sentir una ligera vibración que le resultò desagradable. No aparto su mirada de ella, y sucedió… ¡eran sus pensamientos, pudo oírlos!
- ¡Estúpidos!, que lastima que no puedo decirles a todos como llego ese maldito bastardo a mi casa. Nada más que en los brazos de una bruja, de seguro que ni el propio infeliz sabe de dónde viene.
Por breves segundos las miradas de Amelia y Moisés quedaron fijas una en la del otro, y por los gestos de Amelia, Moisés noto, que ella se dio cuenta que él le estaba leyendo el pensamiento, pues, mientras miraba a Moisés, abrió visiblemente los ojos, y un sonido gutural salió de sus labios, sonido, que, a pesar de la distancia, Moisés pudo oír.
En ese momento, Moisés vio con sorpresa el miedo que empezaba a dibujarse en el rostro de su tía Amelia. Parecía inutilizada para hablar y solo Moisés pudo percibir sus intentos frustrados para hacerlo.
Desde el lugar donde se encontraba, Moisés no apartaba la mirada de ella, y noto como sus manos se crispaban, abriéndolas y cerrándolas compulsivamente. Todo esto pasó desapercibido para el resto de las personas que estaba reunidas muy cerca de ella, pero no para Moisés.
Lo que sucedió después que Moisés pudo oír las frases hirientes que rebotaban en la mente de su tía Amelia, se sintio mal. No podía dejar de mirarla con rabia, casi con odio. Un sentimiento que no había experimentado hasta ese momento, pues, ante su tía Amelia, hasta ahora solo había sentido miedo y terror.
No lo pensó dos veces, y lentamente se levantó de su puesto en el animado grupo y se fue acercando hasta quedar frente a la tía Amelia, quien, en medio de su desesperación, al ver que Moisés se acercaba, tomo conciencia, sin saber cómo, que él sabía lo que había estado pensando.
Al estar frente a Amelia, Moisés se dirigió al resto de la familia en voz alta para decirles.
- Voy a salir un momento con la tía Amelia al jardín, creo que necesita respirar un poco de aire fresco.
Seguidamente, agarro a la tía Amelia de uno de sus brazos y la condujo al jardín. Mientras ambos caminaban hacia el jardin, rozò su cuerpo, y pudo notar que éste temblaba ligeramente ¡estaba aterrada!
Amelia - algo extraño en ella- en el momento, no supo cómo reaccionar y se dejó llevar del brazo de Moisés hasta el jardín. Cuando estuvieron allí, Moisés acerco dos sillas y la ayudo a sentarse frente a él. Ya, al estar uno, frente al otro, acercó su rostro hacia ella y le dijo al oído casi en un susurro,
- ¡Te pille tía Amelia!, se lo que estabas pensando, y no te preocupes, “el estúpido” si sabe de dónde viene, pero tú, tía Amelia … ¿sabes de dónde vienes?
De inmediato Amelia abrió desmesuradamente los ojos y al ver de nuevo la mirada de Moisés sintió que a todo su cuerpo era recorrido por un frio desagradable. Estaba sorprendida porque ya no vio en los ojos de Moisés ese miedo disfrazado de respeto.
Sin embargo, Amelia parecía que tomaba fuerzas y lo seguía mirando de frente, sin desviar la mirada, cuando sintió como por su frente rodaban pequeñas gotas de sudor, y, aunque lo intento, no podía controlar el temblor de sus manos.
Frente a ella, Moisés lucia calmado, tranquilo, seguro de sí mismo, y éste, al notar el miedo en su tía Amelia, continúo hablándole en voz baja y suave.
- ¿Estas sorprendida? pues, si querida tía Amelia, no te tengo miedo, y pude oír tus pensamientos, acaso … ¿tú puedes oír los míos?
De inmediato Amelia totalmente desesperada emitía gritos en su mente que nadie podía oír… solo Moisés.
-Eres un brujo, un maldito, igual que la bruja que te trajo a esta casa –gritaba en sus pensamientos Amelia.
Moisés, quien la miraba imperturbable, fue repitiendo con ironía cada uno de los pensamientos de Amelia muy cerca de su oído.
- ¿Qué pensaste? …Vuelve a pensar que no pude captar bien tus vibraciones… a ver a ver, ah sí, ya lo tengo…Eres un brujo, un maldito, igual que la bruja que te trajo a esta casa. ¿fue eso lo que pensante o me equivoque en algo?
Mientras Amelia lo miraba y lo oía aterrorizada. Moisés, totalmente dueño de la situación, sonreía, de una forma en que antes no lo había hecho, y seguía, muy cerca de ella, y le dijo muy quedo al oído, pero mostrándose en todo momento tranquilo, seguro, y sin perder en ningún momento la compostura.
-Me tienes harto querida tía Amelia, y ahora… ¿te has quedado muda? ¡pobre tía Amelia! ¿no puedes hablar? ¿sabes por qué no puedes hablar tía Amelia? …no puedes hablar, porque te estas tragando todo el veneno que tienes dentro. Este te ha robado el habla, te está destruyendo.
Mientras decía esto, todo el cuerpo de Moisés temblaba en una mezcla incomprensible de placer y rabia. Un frio recorría su espalda recordando el temor que llego a sentir por su tía Amelia desde que era apenas un niño, de las veces que tenía que esconderse de ella, los deseos de desaparecer cuando ella estaba presente para que no lo abofeteara como acostumbraba hacer cuando se encontraba a solas con él.
En ese momento recordó todos los insultos que la tía Amelia gritaba a su oído cuando él era apenas un niño. ¡eres un bastardo! le susurraba cuando nadie la veía u oía. Eres un maldito y tu verdadera madre es una bruja, que te lanzó sobre el techo de esta casa en una noche lluviosa porque no te quería. Ve, y pregúntale a tu querida mamá Mary a ver que te responde.
Moisés nunca se atrevió a acusarla ante nadie, ni a preguntar sobre su origen. Al recordar todos estos agravios, todo su cuerpo temblaba y repentinamente se sintió débil.
Como respondiendo a un mecanismo de defensa, se alejó de ella y fue hasta el banco donde había conversado con el Litriano la noche anterior y allí se quedó por un momento tratando de tranquilizarse.
Agacho su cabeza y la tomo con ambas manos. Lo embargaba una sensación de incomodidad que no podía explicar. Todo su cuerpo estaba siendo recorrido por un suave temblor y lo empezó a invadir un frío que aumento su sensación de malestar y debilidad.
Mientras estaba allí, por un momento se sintió acompañado…, levanto la cabeza y cuando abrió los ojos se encontró con los ojos del Litriano. Este le dijo:
-Hemos visto y oído lo que sucedió con tu tía Amelia, ten cuidado Moisés, mucho cuidado, no dejes que la violencia, el resentimiento y el rencor te corrompan, no te comportes como ella, porque te vas a convertir en lo que te disgusta de ella.
Como Litrianos no estamos exentos de sucumbir ante esas emociones y por un momento eso paso contigo. Usaste tu poder de leer la mente para asustarla, vengarte. Sabes que cuando eso sucede, corremos el riesgo de desaparecer como Litrianos, pues no nos reconocemos y nos perdemos.
Desde que llegaste a esta casa, te hemos estado observando, y hasta este momento has sido fuerte y no habías sucumbido a la violencia por el miedo que sentías, pero, comprendemos que las circunstancias de hoy, de nuevo te han puesto a prueba, y tu fortaleza tambaleó.
Sabemos que no es fácil, es una lucha diaria, interna, solitaria, pero siempre será tu decisión, por lo cual es importante que te mantengas atento a lo que sientes, a lo que pienses, lo identifiques y reflexiones antes de actuar.
Desde la nave nos dimos cuenta de lo que te sucedía, porque observamos en el monitor, que tu luz empezó a perder intensidad. Recuerda que cuando sucumbimos a la violencia, el odio o rencor, nos hacemos débiles y si no tomamos conciencia del daño que esto nos produce, llegara un momento en que no podemos dar vuelta atrás.
Aléjate de Amelia, es muy difícil que ella cambie, aunque puede hacerlo, pero solo depende de ella, es su elección, es su reto, es su lucha.
Es importante que sepas que tu madre biológica fue la Litriana en forma de bruja que te entrego en los brazos de Mary cuando ella era una niña. Tu madre sabía que estarías bien con esta familia Litriana que se ha mantenido inmune a la violencia, por eso fue seleccionada.
Aprende a ver tu experiencia con Amelia como una prueba que te hizo más fuerte, nunca estuviste solo, y nunca lo vas a estar, confía en nosotros.
Ante las palabras del Litriano, Moisés bajo el rostro avergonzado por su debilidad ¿qué me pasó? - se preguntaba - yo no soy así, quiso disculparse con el Litriano y al levantar el rostro se dio cuenta que éste ya no estaba.
Moises el Litriano y Patricia. La Colonizacion Avanza
Moises el Litriano y Patricia. La Colonizacion Avanza
Moises el Litriano y Patricia. La Colonizacion Avanza
En el Capítulo anterior Moisés al asistir a un concierto con Paty y un grupo de amigos, tuvo un contacto con el líder de los exploradores Litrianos.
Este le revelo su origen y el propósito de la colonización.
Paty, después de terminar el concierto, tuvo un contacto directo con el Litriano explorador mutado en Moisés y fue contagiada por un virus.
Este virus, se trataba de la mutación de uno que había sido erradicado hace cientos de años en el Nuevo Planeta y …
A media mañana, después que Moisés salió de la sala de cuidados intensivos donde se encontraba Paty, se dirigió al laboratorio donde lo esperaban para su evaluación.
Pero, cuando la enfermera llenaba su historia clínica, Moisés, por costumbre dio el nombre de Mary como el de su madre, luego los de sus abuelos. Ante la confusión del joven, la enfermera visiblemente sorprendida, preguntó.
- ¿se siente usted bien? repito, ¿quiénes son sus padres?
- Disculpe - respondió Moisés - es la costumbre… a mis padres los llamo abuelos y a mi hermana mamá.
-Descuide no hay problema - respondió la enfermera.
- Mis padres son Martha y José Vegas
Mientras seguía respondiendo a las preguntas en forma casi automática, Moisés reparo en que nunca se había detenido en pensar por qué siempre tuvo como madre a Mary, aun cuando en sus registros aparecen Martha y José como sus padres, sin embargo, èl, y todos sus amigos cercanos los ven como sus abuelos.
Por un momento su mente voló a esos años cuando era un niño y se dio cuenta que la persona más cercana a él, siempre fue mamá Mary. Ella le dedico su vida, inclusive no se había casado, en eso estaba pensando cuando sintió el pinchazo en su piel al tomarle la muestra de sangre.
Minutos después de salir del laboratorio lo llamo el medico a su consultorio. En su gesto se podía notar preocupación.
-Hola Moisés, ya tenemos los resultados de sus exámenes. En su organismo está presente el virus que porta Paty, pero en usted está inactivo, no le produce enfermedad ni lo transmites. Pero en este momento voy a tratar el caso de Paty, pues, tiene a todo el equipo epidemiológico del hospital sorprendido, pues ella está siendo atacada por un virus que había sido erradicado hace cientos de años.
Este virus ataca la piel y es muy contagioso, por eso está aislada. Su mamá, aunque no ha presentado síntomas, también está en observación por medidas de precaución, pues estuvo en contacto con ella.
-Lo particular del virus , es que, aunque coinciden con los efectos del virus erradicado, la morfología de ambos es diferentes. Parece una nueva cepa hasta hoy desconocida.
-Sin embargo, le estamos aplicando el tratamiento que conocemos y esperamos que su sistema inmunológico responda al tratamiento.
-Cuando le hice la entrevista a la madre de la joven le pregunté donde había estado Paty durante las últimas veinticuatro horas y me respondió que había salido con usted y otros amigos a un concierto. Esto podría tornarse grave, pero. por el momento, no vamos a disparar las alarmas.
Iniciaremos el despistaje del virus haciendo pruebas de laboratorio a sus amigos, pero hay que ubicarlos de inmediato,
Moisés, aunque atento a lo que decía el médico, estaba cabizbajo. Le preocupaba la situación, pues relacionaba el virus, con el Litriano del bosque, la conversación que tuvieron horas después y con todo lo que se había enterado hace apenas pocas horas antes, pero recordó que debía mantener el secreto y solo respondió.
Sí, ayer estuvimos reunidos con unos amigos en el bosque “El gigante Verde”, Paty, tres amigos más y yo. Allí presentaban un concierto donde asistieron más de mil personas.
-. De acuerdo ¿llevaron algún refrigerio: ¿comidas, bebidas?
-Algo de alcohol, no llevamos comidas –respondió Moisés-
- ¿Conservas los envases de las bebidas? -pregunto el médico.
- Si
- Perfecto, debemos examinarlos. ¿los conservas?
- Si, puedo ir a buscarlos.
- Perfecto, usted al igual que la madre de Paty no tiene síntomas, pero debes permanecer en observación por veinticuatro horas al menos. Ah, por favor, dame los datos para localizar a tus amigos, a ellos también hay que hacerle pruebas.
Moisés estaba aturdido y pensaba … ¿y si todo esto se torna más grave de lo que creo por no avisar al médico de mi encuentro con los visitantes del espacio ?, ¿Qué hago? …después de meditar por unos minutos, decidió callar.
Luego de darle las llaves del auto a un empleado del hospital, y los nombres, direcciones y números telefónicos de sus amigos al médico, lo condujeron a una habitación. Seguidamente llamo a mamá Mary para explicarle lo que estaba pasando y para que le trajera ropa adecuada para cambiarse.
Moisés fue trsaladado a una habitaciòn donde permaneceria en observaciòn,cuando, sorpresivamente se materializo el Litriano con quien había conversado en el bosque la tarde y la noche de ayer. De inmediato le pregunto.
- ¿Sabes lo que está pasando con Paty? ¿tienes algo que ver con el virus?
- Si Moisés, no tuve tiempo de decirte ayer, que tuve un encuentro fortuito y directo con la joven antes de salir del bosque. Ella me confundió contigo, pues había mutado en ti para acercarme al grupo de tus amigos. Por eso se contagió con un virus que los Litrianos portamos, pero no nos afecta, pero ella , evidentemente no es Litriana, pues se contagiò.
-No te preocupes, traje el anticuerpo y lo voy a solucionar, todo va a estar bien - seguidamente, se desmaterializó.
Después de dejar a Moisés, el Litriano se desmaterializo y se dirigió a la habitación donde estaba Paty.. Se acercó a la chica que estaba tan débil que apenas emitió un débil quejido cuando el visitante le inoculo el anticuerpo.
La enfermera, que estaba sentada al lado de Paty, dormitaba en ese momento, pero atenta. Al oír su quejido, inmediatamente abrió los ojos y se acercó a ella, pero como vio que aun dormía, se volvió a sentar.
Después de inocular a Paty y su madre, el Litriano fue a las habitaciones donde estaban los amigos de Moisés que ya habían sido internados para ser observados e igualmente les inoculo el anticuerpo.
Las horas pasaron, ya estaba oscureciendo cuando Moisés, que se había quedado dormido por unos minutos, al abrir los ojos vio a mamá Mary a su lado, que suavemente apartaba sus cabellos de la frente en una caricia. Al ver que Moises abría los ojos, le pregunto en voz baja.
- ¿Qué paso tremendo?, ¿en qué problema te metiste? - susurro, mientras acercaba su cara.
Moisés se despertó completamente, y en ese momento se percató que todo el cuerpo de mamá Mary estaba envuelto en una suave luz blanca que intensificaba la dulzura de su rostro, no lo había notado antes.
Sin proponérselo, vinieron a su mente como en una película, todos los momentos vividos a su lado desde que era un niño, las veces que le leía su cuento preferido” El Pirata pata de palo” una, dos o más veces hasta que él se quedaba dormido, y tambien, cuando el insistía en usar su pijama favorita.
En ese momento, y como en un chispazo acudieron a su memoria eventos que habían quedado sepultados en el ayer, y alli, entre esos recuerdos estaban las veces en que él, se trasladaba hasta donde ella estuviera, sin importar lo lejos que estuviera.
Hasta ahora no se había puesto a pensar en eso, fue algo tan natural y fácil. El solo cerraba los ojos y se concentraba en lo mucho que quería estar con ella, y como por acto de magia, al abrirlos estaba a su lado.
De inmediato tomo conciencia del momento, del lugar, y después de saludar a mamá Mary le pregunto.
- ¿sabes como estàn Paty y mis amigos?
- -Si, ya paso el peligro, en realidad el medico no tiene respuestas. Las heridas de Paty están sanando; y su mamá y tus amigos no fueron contagiados. Hicieron todas las pruebas que se les ocurrió y no encontraron nada. El virus apareció y despareció como por arte de magia, solo fue un susto, cuando se cumplan las veinticuatro horas todos pueden regresar a casa.
Después de transcurridas las veinticuatro horas Moisés, Paty y sus amigos fueron dados de alta en el hospital y regresaron a sus rutinas. Mientras, en casa de Moisés los abuelos se estaban preparando, pues al fin iban a conocer a Paty. La familia se reuniría.
La tía Amelia estaba invitada, la mesa para el almuerzo familiar estaba servida y los invitados fueron llegando.
Cuando Paty y su madre tocaron la puerta, Violeta los atendió y la familia, dentro de la casa, al oír voces desconocidas de mujer, se imaginaron que una de ellas era la de Paty. De inmediato los abuelos salieron de su habitación sin disimular la emoción, y esperaron pacientemente hasta que Moisés hizo las presentaciones.
Mientras esperaban a Moisés. Paty y su madre le comentaban a la familia, el susto que habían pasado por ese virus tan extraño que la había atacado, y el riesgo en que estuvo. También compartió con ellos sobre la dedicación de Moisés durante su recuperación, y que esto la unió más a él.
Durante el tiempo en que Paty contaba lo sucedido, Moisés llego y se integró al grupo que conversaba animadamente y, desde donde estaba sentado, miró a su tía Amelia, que, sin disimular su molestia permanecía alejada del grupo en torno a Paty, pero observándolos.
Hubo un momento, en el que Moisés, al volver el rostro hacia Amelia, se detuvo por unos segundos, la miro directamente a los ojos y se concentró en ella. Para su sorpresa, pudo sentir una ligera vibración que le resultò desagradable. No aparto su mirada de ella, y sucedió… ¡eran sus pensamientos, pudo oírlos!
- ¡Estúpidos!, que lastima que no puedo decirles a todos como llego ese maldito bastardo a mi casa. Nada más que en los brazos de una bruja, de seguro que ni el propio infeliz sabe de dónde viene.
Por breves segundos las miradas de Amelia y Moisés quedaron fijas una en la del otro, y por los gestos de Amelia, Moisés noto, que ella se dio cuenta que él le estaba leyendo el pensamiento, pues, mientras miraba a Moisés, abrió visiblemente los ojos, y un sonido gutural salió de sus labios, sonido, que, a pesar de la distancia, Moisés pudo oír.
En ese momento, Moisés vio con sorpresa el miedo que empezaba a dibujarse en el rostro de su tía Amelia. Parecía inutilizada para hablar y solo Moisés pudo percibir sus intentos frustrados para hacerlo.
Desde el lugar donde se encontraba, Moisés no apartaba la mirada de ella, y noto como sus manos se crispaban, abriéndolas y cerrándolas compulsivamente. Todo esto pasó desapercibido para el resto de las personas que estaba reunidas muy cerca de ella, pero no para Moisés.
Lo que sucedió después que Moisés pudo oír las frases hirientes que rebotaban en la mente de su tía Amelia, se sintio mal. No podía dejar de mirarla con rabia, casi con odio. Un sentimiento que no había experimentado hasta ese momento, pues, ante su tía Amelia, hasta ahora solo había sentido miedo y terror.
No lo pensó dos veces, y lentamente se levantó de su puesto en el animado grupo y se fue acercando hasta quedar frente a la tía Amelia, quien, en medio de su desesperación, al ver que Moisés se acercaba, tomo conciencia, sin saber cómo, que él sabía lo que había estado pensando.
Al estar frente a Amelia, Moisés se dirigió al resto de la familia en voz alta para decirles.
- Voy a salir un momento con la tía Amelia al jardín, creo que necesita respirar un poco de aire fresco.
Seguidamente, agarro a la tía Amelia de uno de sus brazos y la condujo al jardín. Mientras ambos caminaban hacia el jardin, rozò su cuerpo, y pudo notar que éste temblaba ligeramente ¡estaba aterrada!
Amelia - algo extraño en ella- en el momento, no supo cómo reaccionar y se dejó llevar del brazo de Moisés hasta el jardín. Cuando estuvieron allí, Moisés acerco dos sillas y la ayudo a sentarse frente a él. Ya, al estar uno, frente al otro, acercó su rostro hacia ella y le dijo al oído casi en un susurro,
- ¡Te pille tía Amelia!, se lo que estabas pensando, y no te preocupes, “el estúpido” si sabe de dónde viene, pero tú, tía Amelia … ¿sabes de dónde vienes?
De inmediato Amelia abrió desmesuradamente los ojos y al ver de nuevo la mirada de Moisés sintió que a todo su cuerpo era recorrido por un frio desagradable. Estaba sorprendida porque ya no vio en los ojos de Moisés ese miedo disfrazado de respeto.
Sin embargo, Amelia parecía que tomaba fuerzas y lo seguía mirando de frente, sin desviar la mirada, cuando sintió como por su frente rodaban pequeñas gotas de sudor, y, aunque lo intento, no podía controlar el temblor de sus manos.
Frente a ella, Moisés lucia calmado, tranquilo, seguro de sí mismo, y éste, al notar el miedo en su tía Amelia, continúo hablándole en voz baja y suave.
- ¿Estas sorprendida? pues, si querida tía Amelia, no te tengo miedo, y pude oír tus pensamientos, acaso … ¿tú puedes oír los míos?
De inmediato Amelia totalmente desesperada emitía gritos en su mente que nadie podía oír… solo Moisés.
-Eres un brujo, un maldito, igual que la bruja que te trajo a esta casa –gritaba en sus pensamientos Amelia.
Moisés, quien la miraba imperturbable, fue repitiendo con ironía cada uno de los pensamientos de Amelia muy cerca de su oído.
- ¿Qué pensaste? …Vuelve a pensar que no pude captar bien tus vibraciones… a ver a ver, ah sí, ya lo tengo…Eres un brujo, un maldito, igual que la bruja que te trajo a esta casa. ¿fue eso lo que pensante o me equivoque en algo?
Mientras Amelia lo miraba y lo oía aterrorizada. Moisés, totalmente dueño de la situación, sonreía, de una forma en que antes no lo había hecho, y seguía, muy cerca de ella, y le dijo muy quedo al oído, pero mostrándose en todo momento tranquilo, seguro, y sin perder en ningún momento la compostura.
-Me tienes harto querida tía Amelia, y ahora… ¿te has quedado muda? ¡pobre tía Amelia! ¿no puedes hablar? ¿sabes por qué no puedes hablar tía Amelia? …no puedes hablar, porque te estas tragando todo el veneno que tienes dentro. Este te ha robado el habla, te está destruyendo.
Mientras decía esto, todo el cuerpo de Moisés temblaba en una mezcla incomprensible de placer y rabia. Un frio recorría su espalda recordando el temor que llego a sentir por su tía Amelia desde que era apenas un niño, de las veces que tenía que esconderse de ella, los deseos de desaparecer cuando ella estaba presente para que no lo abofeteara como acostumbraba hacer cuando se encontraba a solas con él.
En ese momento recordó todos los insultos que la tía Amelia gritaba a su oído cuando él era apenas un niño. ¡eres un bastardo! le susurraba cuando nadie la veía u oía. Eres un maldito y tu verdadera madre es una bruja, que te lanzó sobre el techo de esta casa en una noche lluviosa porque no te quería. Ve, y pregúntale a tu querida mamá Mary a ver que te responde.
Moisés nunca se atrevió a acusarla ante nadie, ni a preguntar sobre su origen. Al recordar todos estos agravios, todo su cuerpo temblaba y repentinamente se sintió débil.
Como respondiendo a un mecanismo de defensa, se alejó de ella y fue hasta el banco donde había conversado con el Litriano la noche anterior y allí se quedó por un momento tratando de tranquilizarse.
Agacho su cabeza y la tomo con ambas manos. Lo embargaba una sensación de incomodidad que no podía explicar. Todo su cuerpo estaba siendo recorrido por un suave temblor y lo empezó a invadir un frío que aumento su sensación de malestar y debilidad.
Mientras estaba allí, por un momento se sintió acompañado…, levanto la cabeza y cuando abrió los ojos se encontró con los ojos del Litriano. Este le dijo:
-Hemos visto y oído lo que sucedió con tu tía Amelia, ten cuidado Moisés, mucho cuidado, no dejes que la violencia, el resentimiento y el rencor te corrompan, no te comportes como ella, porque te vas a convertir en lo que te disgusta de ella.
Como Litrianos no estamos exentos de sucumbir ante esas emociones y por un momento eso paso contigo. Usaste tu poder de leer la mente para asustarla, vengarte. Sabes que cuando eso sucede, corremos el riesgo de desaparecer como Litrianos, pues no nos reconocemos y nos perdemos.
Desde que llegaste a esta casa, te hemos estado observando, y hasta este momento has sido fuerte y no habías sucumbido a la violencia por el miedo que sentías, pero, comprendemos que las circunstancias de hoy, de nuevo te han puesto a prueba, y tu fortaleza tambaleó.
Sabemos que no es fácil, es una lucha diaria, interna, solitaria, pero siempre será tu decisión, por lo cual es importante que te mantengas atento a lo que sientes, a lo que pienses, lo identifiques y reflexiones antes de actuar.
Desde la nave nos dimos cuenta de lo que te sucedía, porque observamos en el monitor, que tu luz empezó a perder intensidad. Recuerda que cuando sucumbimos a la violencia, el odio o rencor, nos hacemos débiles y si no tomamos conciencia del daño que esto nos produce, llegara un momento en que no podemos dar vuelta atrás.
Aléjate de Amelia, es muy difícil que ella cambie, aunque puede hacerlo, pero solo depende de ella, es su elección, es su reto, es su lucha.
Es importante que sepas que tu madre biológica fue la Litriana en forma de bruja que te entrego en los brazos de Mary cuando ella era una niña. Tu madre sabía que estarías bien con esta familia Litriana que se ha mantenido inmune a la violencia, por eso fue seleccionada.
Aprende a ver tu experiencia con Amelia como una prueba que te hizo más fuerte, nunca estuviste solo, y nunca lo vas a estar, confía en nosotros.
Ante las palabras del Litriano, Moisés bajo el rostro avergonzado por su debilidad ¿qué me pasó? - se preguntaba - yo no soy así, quiso disculparse con el Litriano y al levantar el rostro se dio cuenta que éste ya no estaba.
Continuara…..
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